En el libro "Las Navas de Tolosa" de Francisco García Fitz, uno de los medievalistas más reconocidos, aparecen ciertos pasajes expecíficos de disciplina de combate y estilo del mismo, que rompen muchos estereotipos sobre las batallas en el medievo.
El primero de ellos es que apenas se dieron batallas, y que las Navas de Tolosa, tiene especial relevancia, precisamente, por que era algo que se salía de lo cánones habituales. Tal concentración de tropas, un enfrentamiento en campo abierto, etc.
En su día este mismo autor escribió otro libro, denominado "La didáctica militar", la pena es que muy centrado en el ámbito castellano-leonés.
En cualquier caso, basado en sus estudios previos, en este libro de Las Navas, deja pasajes muy interesantes, para conocer realmente cual era el estilo de combate de esa época y rompe así con clichés e imágenes que tenemos en nuestra mente, que poco o nada coinciden con lo que fue la realidad de esos combatientes.
Estos pasajes los iré poniendo aquí.
"En las últimas décadas la historiografía militar ha dado un giro radical en sus planteamientos. Ya a finales de los años cuarenta Verbruggen respondía a quienes pensaban que los guerreros medievales eran combatientes fogososos, pero individualistas o que las batallas se desarrollaban sin plan, sin jefes, sin mando, sin tácticas, sin inteligencia. Frente a esta imágen, este autor demostraba que en los combates medievales el empleo de unidades tácticas─conrois─, la utilización de fuerzas de reserva, la división del ejército en cuerpos, la formación de órdenes de batalla y la elaboración de planes preconcebidos eran medidas habituales.
Desde entonces, los especialistas han podido comprobar que los tratadistas que reflexionaron sobre la guerra o escribieron obras de carácter didáctico para la formación de los gobernantes pusieron especial interés por explicar a sus pupilos las tácticas y las formaciones de combate más pertinentes en función de la circunstancias. Por supuesto también han constatado que, en la práctica, los comandantes militares comprendieron la importancia de aquellas y se esforzaron por organizar y colocar sobre el campo a sus fuezas de la manera más ventajosa antes de comenzar la batalla, así como por planificar sus movimientos y el ritmo de los ataques en la medida de lo posible".
Seguiremos en otras entradas.
Resaltar que habla en todo momento de despliegues tácticos, formaciones de combates, táctica, planificación de la distribución de las tropa. En ningún momento se nombra el término "estrategia", término que parece es el único capaz de nombrar alguno que se las da de experto en combate militar, cuando tiene tremendas lagunas conceptuales, y de experiencia, pasando porque que no ha cogido una espada en su vida, ni vestido una loriga.
Ese tipo de personajes en el lejano Oeste eran tildados de charlatanes, y los breaban y llenaban de plumas.
3 comentarios:
"la pena es que muy centrado en el ámbito castellano-leonés". Como eres Jesús, que por aquí también hay algún recreacionista emergente. Jjajaja.
Saludos, espero leer más de este tema.
Jaja, tienes razón. Lo decía, pues como bien sabes estamos más volcados con la Corona de Aragón, que tenía sus particularidades.
El libro bien seguro merece la pena, como éste de Las Navas.
Tienes toda la razón Jesús. Máxime cuando esos supuestos "expertos en estrategia medieval" además mezclan churras con merinas, hacen actuar escorpiones romanos en "batallas" del siglo XIII, desconocen términos como "broquel", "brigantina" o "espada de mano y media" y hacen a los caballeros de la Guerra de los Dos Pedros utilizar escudo de cometa sobre sus corceles como si delante tuviesen a Harald II en lugar de al Príncipe Negro...
Expertos en "estrategia". Sí, po'l haba...
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