martes, 31 de agosto de 2010

De espadas e imágenes.



Ayer me agasajó Rufino con esta curiosa imágen, para justificar que las espadas con el pomo de "nuez de Brasil", se utilizaban en la penísula Ibérica bien entrado el siglo XIII.

Esta imágen Riquer la data en el siglo XIII, 1.200 en adelante.

Otras opiniones dicen: "...Nicolle lo utiliza para recrear a un Cardona en su libro de Osprey sobre los ejercitos franceses hasta 1300, situando la lámina en que lo recrea en la invasión franca de Gerona en 1283".

"El pomo de la espada es del tipo E y en el libro de Oakeshott "Records of the medieval sword" sale una espada exactamente igual datada para 1250. El tipo de casco no es el más común en las imágenes hispánicas pero es muy común en el resto de Europa para la época. Así que conjugandolo con la gualdrapa del caballo parece que da la segunda mitad del XIII. "



La imágen es tremendamente curiosa. Yo no la conocía.
Destacar, el escudo redondo embrazado, que debía ser de lo más generalizado en la península, en detrimento del escudo de lágrima que tanto prolifera en las recreaciones hispanas.
Por otro lado lo ya comentado del pomo de la espada.
Esa especie de perpunte o antecesor de la "brigantina" que lleva.
La segunda silla de montar que se ve en la grupa del caballo.
En definitiva, una joya visual.



Hablando de espadas, que es lo que nos ocupaba a Rufino y a mí, recuerdo lo que él mismo dijo en las conclusiones de Peracense de este año.
Esta reflexión era, que igual que se prestaba importancia al vestuario, tanto civil, como militar y a los enseres y vida de campamento, se debería de empezar a prestar atención al equipamiento de combate, y sobre todo a la tipología de espadas que llevamos.
Y es una reflexión y comentario que me ha venido muchas veces a la mente, sobre todo, cuando en Malemort pudimos comprobar que el esfuerzo de rigor histórico se hacía sobre todo en el tema de la batalla y la equipación para la misma.
Las espadas por supuesto eran de relevante importancia, no se aceptaba una guarda no coherente con el periodo, o una hoja demasiado estrecha, o una espada de morfología y tipología mucho más moderna que la época a recrear.
Creo que como bien señalana Rufino, ahí tenemos otro de los ejes de mejora en nuestros encuentros de recreación.
Yo por mi parte, he tomado buena nota y ya espero la llegada a casa de esta joya:

Por cierto, gracias Rufino por tus amables consejos y directrices, la imágen que me enviaste para documentar la espada, impagable.

Y por supuesto a Julio, sumo hacedor de esta maravilla y otras similares.

lunes, 30 de agosto de 2010

Fidelis y Malemort.

Este, ya casi pasado, mes de agosto, después de Anento y Peracense, Fidelis estuvo en Malemort.




Hasta aquí traigo un vídeo que realizaron nuestros anfitriones y que comparto con vosotros.
Podeís ver nuestras evoluciones en la batalla.

domingo, 15 de agosto de 2010

El cielo aguantó.



No se las veces que he escrito esta entrada, pero la tecnología es la tecnología, y ahora mismo soy casi un náufrago informático, con una conexiòn paupérrima e imposibilitado para subir fotografías, ésta me ha costado un dolor.

Ya casi no se ni lo que quería contar e incluso ya está fuera de tiempo, no es lo mismo escribirlo nada más llegar de Peracense que casi diez días después.

Pero al lío.

La primera vez que empecé con esta entrada decía algo así:


El tiempo aguantó, a pesar de las predicciones, de las danzas indias, los males de ojo o las maldiciones gitanas, el cielo aguantó.

Al límite, pues muchos de los asistentes regresaron a sus casas y al siglo XXI, atravesando densas cortinas de agua.

Quizás sea el agua el vórtice temporal que nos permite desplazarnos por ese tiempo, que algún físico definió como relativo.

La cuestión,el hecho objetivo es que el cielo azul nos acompañó a lo largo de los tres días que estuvimos en el castillo de Peracense. Este buen tiempo, nos permitió disfrutar una de las mejores experiencias recreacionistas, que hayamos vivido los que hasta allí nos acercamos.

La idea, si la tecnología me lo permite, es seguir relatando y dejando instantáneas de lo vivido en "el castillo rojo".