miércoles, 25 de septiembre de 2013

Programa del I CONGRESO INTERNACIONAL de Fiestas y Recreaciones Históricas.


 

A las puertas de La Partida de Diego 2013.

 
A las puertas de La Partida de Diego 2013. Sentaremos nuestros reales, en esta ocasión fuera del Parque de los Fueros, concretamente en la Plaza de Las Monjas, cerca de la plaza del Seminario, donde se produce el alistamiento de las huestes que acudirán a la llamada del monarca Pedro II.
Entre la Mesnada Regia, gozaremos de la presencia del rey, que será encarnado por uno de los Fidelis de más regia condición.
El cambio de ubicación se produce en aras de una mayor concentración de los intervinientes de la fiesta. Esperemos que el montaje de los tres pabellones y de Bastimento, que también nos acompañará, no sean una dificultad insoslayable.
A la vez estaremos en la convención sobre recreación, donde escucharemos, intervendremos y sacaremos nuestras propias conclusiones, que supongo me aventuraré a traer por aquí, ya sabéis, siempre desde mi visión particular e intransferible.
Desde que comencé con esta inquietud y esta afición de la recreación medieval, ésta ha ido evolucionando y han aparecido nuevos actores, al igual que otros han ido haciendo mutis por el foro.
Los encuentros, eventos y recreaciones se han multiplicado, e incluso los centros y ejes de interés se han ido desplazando. Aragón que fue precursora de este tipo de reuniones hoy se ve desplazada con encuentros de relevancia y enjundia en otras zonas geográficas.
Todo esto indica claramente que esta afición goza de buena salud, que está viva y que evolucionará, en unos casos por derroteros exitosos y en otros por pedregales insufribles, pero no dejará de andar.
La idiosincrasia de éste, nuestro país, no deja de dar a luz a figuras llamativas y a situaciones cuando menos curiosas.
Tengo mucha curiosidad por ver cómo se plantea de una manera académica la aseveración: "La recreación histórica como motor económico y social".
En España queda mucho por hacer en ese sentido, no ponemos en valor nuestro patrimonio histórico y cultural, no existen instituciones sensibilizadas, ni concienciadas, ni muchas veces capaces, para llevar a buen puerto iniciativas de éste tipo, iniciativas que en Europa son una constante, con auténticos parques temáticos de recreación, que además de recordar la historia, divulgar y enseñar, son fuente de riqueza de la región que los alberga y modus vivendi de la gente que los mantiene y les da vida.
Quizás el problema que nos presenta, no esté relacionado con la historia, o la afición a la recreación histórica, con los lastres de populismo o friquismo que haya podido arrastrar o arrastre, sino de una mentalidad cerril, con una clase gobernante ignorante, inculta, acomplejada y llena de topicazos. Donde el único motor de interes sea el de un banco con vistas al hemiciclo o un sobre con un suculento porcentaje.
A pesar de todo, quiero terminar con un mensaje positivo, esperanzado. Confiar en que hay posibilidad de llevar a cabo proyectos, como por ejemplo el de Peracense (y no es el único), donde con esfuerzo y dedicación recuperamos nuestra memoria histórica, donde aportamos riqueza (y no sólo económica), a un castillo que de otra manera únicamente sería un conjunto de piedras (bellas, pero sin vida), y que un día, esos proyectos, en lugar de costarnos un dolor, sudor y esfuerzos sin fin, sean apoyados por mentes pensantes que hoy por hoy, son incapaces de dedicar un sólo céntimo a un proyecto de este tipo y que sí son capaces de aprobar la construcción de un aeropuerto vacío y sin función ninguna, dilapidando millones de euros por no se que oscuros intereses.
Así que nada, con esta vana esperanza, encararemos los últimos días de preparación de la Partida de Diego y el encuentro internacional sobre recreación, y ya contaremos, que para eso están los blogs.
 

martes, 10 de septiembre de 2013

ALBADA DE LA PARTIDA.


 
ALBADA DE LA PARTIDA

Pluguiera a Dios Nuestro Señor apiadarse de mis penas y hacer que el alba venga rauda y serena, pues eterna se me hace esta negra noche, larga y dura, que socava hora a hora, con dudas y temores, la esperanza que deseo arraigar en mi corazón. Pero, aunque no quisiera tener que abandonar esta villa de Teruel, cuya hermosura y sosiego tanto solaz traen a mi espíritu, me veo obligado a hacerlo. Mañana en la mañana, al alba, marcharé en busca de mi destino. ¡Quiera Dios que venga pronto hora, mérito y prez!

Mi señora y dueña, doña Isabel de Segura, a cuyo amor y servicio me entrego como el buen vasallo a su señor, ha jurado, contra la voluntad de su padre, esperar mi regreso. Y confía en que yo sabré hallar la fortuna que, antes de cinco años, habrá de sellar, ante el altar de Santa María de Mediavilla y ante el mundo entero, nuestro amor y nuestra unión, pero me destruye el temor de no ser capaz de estar a la altura que su amor y su honra merece. ¡Malhadada sea la mala ventura que me hizo nacer por debajo de la natura y con menos haber que los Segura!

Así, ni duermo ni velo, y quitarme de la cabeza no puedo los versos que, en las vigilias de la campaña de Ademuz, trabé con mi querido amigo y gran trovador, Girau de Lavaur. Premonitorias palabras me parecen ahora aquellas que, al calor del fuego, recitábamos en su romance extraño.

«L’alba pres no ven
e’l ser no s’en vai,
e tant so’m displai
que poc perdre‘l sen,
si, ancs servir lo rei,
a Isabel non vei,
puei's sol de mon ben.
e volc que’m laisse
so darrier baisse.»

¡Ah, qué lentas discurren las horas! Ni siquiera han tocado todavía a laudes las campanas de San Martín. Más no puedo soportar esta espera y, si he de tornar un día, rico y honrado, cuánto antes parta, antes satisfaré sus deseos y los míos.

Y aunque aún no sé a qué señor serviré, ni conozco a dónde iré, si a España, a Tolosa o a Jerusalén, justicia y derecho siempre mantendré. Pero juro, por Nuestro Salvador, que pobre o sin honra jamás tornaré y, cuando lo haga, si así Dios lo quiere, el beso de Isabel y la bendición de su padre, entonces, bien me cobraré.

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Los miembros de la Mesnada «Fidelis Regi» acompañarán a Diego de Marcilla en su forzado extrañamiento, pues obligados son de servirle y ayudarle en su empresa, ya que su honra, prez y beneficio serán también los de todos nosotros.

Los días 4, 5 y 6 del mes décimo del presente año del Señor, atendaremos nuestro real en la Plaza de los Fueros de Teruel a fin de esperar y recibir a nuestro juramentado señor. E invitamos a todos cuantos deseéis participar en esta esforzada empresa a que junto a nosotros acudáis y compartir así, campamento, mesa, mantel y juegos de armas, destrezas y, aún si se tercia, versos y demás artes del buen caballero.
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(1) El alba no viene rauda y la noche no se va, y tanto eso me perturba que puedo perder el entendimiento si, antes de ir a servir al rey, a Isabel no veo, pues es el sol de mi bien y ansío que me deje un último beso.