miércoles, 23 de marzo de 2011

Reverte y la carga de los tres Reyes.

Este artículo de Arturo Perez Reverte nos recuerda la batalla de Las Navas de Tolosa y la estupidez patria.


La carga de los tres reyes

Ya ni siquiera se estudia en los colegios, creo. Moros y cristianos degollándose, nada menos. Carnicería sangrienta. Ese medioevo fascista, etcétera. Pero es posible que, gracias a aquello, mi hija no lleve hoy velo cuando sale a la calle.

Ocurrió hace casi ocho siglos justos, cuando tres reyes españoles dieron, hombro con hombro, una carga de caballería que cambió la historia de Europa. El próximo 16 de julio se cumple el 798 aniversario de aquel lunes del año 1212 en que el ejército almohade del Miramamolín Al Nasir, un ultrarradical islámico que había jurado plantar la media luna en Roma, fue destrozado por los cristianos cerca de Despeñaperros. Tras proclamar la yihad -seguro que el término les suena- contra los infieles, Al Nasir había cruzado con su ejército el estrecho de Gibraltar, resuelto a reconquistar para el Islam la España cristiana e invadir una Europa -también esto les suena, imagino- debilitada e indecisa.

Los paró un rey castellano, Alfonso VIII. Consciente de que en España al enemigo pocas veces lo tienes enfrente, hizo que el papa de Roma proclamase aquello cruzada contra los sarracenos, para evitar que, mientras guerreaba contra el moro, los reyes de Navarra y de León, adversarios suyos, le jugaran la del chino, atacándolo por la espalda. Resumiendo mucho la cosa, diremos que Alfonso de Castilla consiguió reunir en el campo de batalla a unos 27.000 hombres, entre los que se contaban algunos voluntarios extranjeros, sobre todo franceses, y los duros monjes soldados de las órdenes militares españolas. Núcleo principal eran las milicias concejiles castellanas -tropas populares, para entendernos- y 8.500 catalanes y aragoneses traídos por el rey Pedro II de Aragón; que, como gentil caballero que era, acudió a socorrer a su vecino y colega. A última hora, a regañadientes y por no quedar mal, Sancho VII de Navarra se presentó con una reducida peña de doscientos jinetes -Alfonso IX de León se quedó en casa-. Por su parte, Al Nasir alineó casi 60.000 guerreros entre soldados norteafricanos, tropas andalusíes y un nutrido contingente de voluntarios fanáticos de poco valor militar y escasa disciplina: chusma a la que el rey moro, resuelto a facilitar su viaje al anhelado paraíso de las huríes, colocó en primera fila para que se comiera el primer marrón, haciendo allí de carne de lanza.

La escabechina, muy propia de aquel tiempo feroz, hizo época. En el cerro de los Olivares, cerca de Santa Elena, los cristianos dieron el asalto ladera arriba bajo una lluvia de flechas de los temibles arcos almohades, intentando alcanzar el palenque fortificado donde Al Nasir, que sentado sobre un escudo leía el Corán, o hacía el paripé de leerlo -imagino que tendría otras cosas en la cabeza-, había plantado su famosa tienda roja. La vanguardia cristiana, mandada por el vasco Diego López de Haro, con jinetes e infantes castellanos, aragoneses y navarros, deshizo la primera línea enemiga y quedó frenada en sangriento combate con la segunda. Milicias como la de Madrid fueron casi aniquiladas tras luchar igual que leones de la Metro Goldwyn Mayer. Atacó entonces la segunda oleada, con los veteranos caballeros de las órdenes militares como núcleo duro, sin lograr romper tampoco la resistencia moruna. La situación empezaba a ser crítica para los nuestros -porque sintiéndolo mucho, señor presidente, allí los cristianos eran los nuestros-; que, imposibilitados de maniobrar, ya no peleaban por la victoria, sino por la vida. Junto a López de Haro, a quien sólo quedaban cuarenta jinetes de sus quinientos, los caballeros templarios, calatravos y santiaguistas, revueltos con amigos y enemigos, se batían como gato panza arriba. Fue entonces cuando Alfonso VII, visto el panorama, desenvainó la espada, hizo ondear su pendón, se puso al frente de la línea de reserva, tragó saliva y volviéndose al arzobispo Jiménez de Rada gritó: «Aquí, señor obispo, morimos todos». Luego, picando espuelas, cabalgó hacia el enemigo. Los reyes de Aragón y de Navarra, viendo a su colega, hicieron lo mismo. Con vergüenza torera y un par de huevos, ondearon sus pendones y fueron a la carga espada en mano. El resto es Historia: tres reyes españoles cabalgando juntos por las lomas de Las Navas, con la exhausta infantería gritando de entusiasmo mientras abría sus filas para dejarles paso. Y el combate final en torno al palenque, con la huida de Al Nasir, el degüello y la victoria.


¿Imaginan la película? ¿Imaginan ese material en manos de ingleses, o norteamericanos? Supongo que sí. Pero tengan la certeza de que, en este país imbécil, acomplejado de sí mismo, no la rodará ninguna televisión, ni la subvencionará jamás ningún ministerio de Educación, ni de Cultura.


Amén.


miércoles, 16 de marzo de 2011

El cabo Noval.



En mi casa, mi padre guardaba una publicación, llamada "España en sus heroes", ahora yo la atesoro, como oro en paño.



En esta publicación se relataban las hazañas de una serie de militares españoles que se condujeron con verdadero coraje, tesón y heroismo en el conflicto africano, en aquellas terribles luchas del RIF, donde se grabó a fuego en el imaginario de los españoles, la crueldad y dureza de los combatientes magrebíes. La leyenda les precedió y luchar contra los moros causaba terror a los jóvenes españoles, en esas guerras y en el posterior conflicto civil, donde "los moros que trajo Franco", siguieron ampliando su estela de terror.


Uno de esos héroes que nos acercaba esa publicación, era un asturiano, llamado Luis Noval Ferrao, nacido en Oviedo el 15 de noviembre de 1887. Era hijo de los también asturianos Ramón Noval Suárez, carretero del Ayuntamiento de Oviedo nacido en Valdesoto, y Perfecta Ferrao Sordo, natural de Piloña, ésta quiso darles a sus vástagos una buena educación, por lo que él y sus dos hermanos cursan estudios en el colegio de El Fontán.


Posteriormente Luis ingresa en la Escuela de Artes e Industrias de su ciudad natal, donde se forma como ebanista, oficio al que se dedica intensamente desde los 15 años.


En febrero de 1909 se alista como soldado en el Regimiento de Infantería del Príncipe nº 3. Pronto es ascendido a cabo y enviado a combatir en la guerra de Marruecos, destacando su participación en la conquista del Zoco el Hart de Beni Sicar, tan sólo seis días antes de producirse su muerte en combate.


Empleado durante el conflicto en labores de fortificación y servicios de seguridad y vigilancia, es en la madrugada del día 28 de septiembre cuando se producen los hechos heroicos protagonizados por el cabo Noval, que el coronel del Regimiento del Príncipe detallaba en carta dirigida al Cronista de la Ciudad, para conocimiento del pueblo ovetense, que fue publicada en su totalidad en El Correo de Asturias de 15 de octubre de 1909:


«Se encontraba el cabo Luis Noval, a las 2,30 de la mañana del día mencionado recorriendo la línea de escuchas, y sin duda debido a la oscuridad de la noche, se alejó más de lo conveniente, en el momento en que fue atacado el campamento por nuestros enemigos; un grupo numeroso de los cuales condujo a dicha clase hasta cerca de la alambrada del reducto ocupado por la tercer compañía gritando: ¡Alto el fuego que somos españoles!, a cuyas voces el primer teniente D. Evaristo Álvarez, al distinguir al cabo Noval que llegó hasta las alambradas, mandó hacer alto el fuego, lo que oído por el cabo, gritó seguidamente: ¡Tirar, que vengo entre moros! ¡fuego! ¡viva España! Roto el fuego, se rechazó al enemigo con grandes pérdidas, y hecha la descubierta al amanecer, se encontró el cadáver del heroico Noval, abrazado a su fusil, con la bayoneta calada teñida en sangre, y próximo al mismo un moro muerto, que entre otras heridas de arma de fuego, tenía atravesado el pecho de un bayonetazo. A corta distancia había otro cadáver moro, que el enemigo no pudo retirar en su precipitada huida. Otros hechos distinguidos tuvieron lugar en esta jornada, en el brusco ataque al campamento ocupado por las tres compañías del primer batallón, y no alcanzando la importancia del relatado, merecen solamente los honores de figurar en la historia del Cuerpo, por cuya razón los omito. Al propio tiempo, tengo el gusto de participarle que en el regimiento se ha abierto una suscripción con objeto de perpetuar la memoria de este heroico soldado, y si esa querida provincia estima que debe hacerse algo en favor del mismo, cuenten siempre con el que suscribe y todos los jefes, oficiales e individuos de tropa a sus órdenes».


Este es un comic sobre el heroismo de Noval, publicado sobre el año 1.957


Aquí tenemos ampliada la gesta del cabo Noval:

El heroísmo del Cabo Noval


El Cabo Luis Noval.



"¡Fuego aquí! ¡Que son ellos!".



Y en pleno combate en la oscuridad, los defensores de la posición de Zoco el Had de Beni Sicar, cerca de Melilla, dirigieron sus disparos hacia donde había sonado esa voz, logrando frenar el asalto de rebeldes rifeños en la noche del 27 al 28 de septiembre de 1909, ahora hace 100 años.
Ésas son las palabras que, según el Sargento Joaquín Álvarez, gritó desde fuera de la posición el Cabo Luis Noval y que resultan prácticamente coincidentes con los testimonios de otros defensores del parapeto.
A la mañana siguiente, sin que hubiera acabado el combate, al salir a hacer la descubierta los defensores encontraron el cuerpo sin vida del Cabo Noval "con el fusil fuertemente sujeto entre sus brazos, el cuchillo bayoneta ensangrentado y junto a él los cadáveres de dos moros", según la resolución del 19 de febrero de 1920 por la que se le concedió a título póstumo la Cruz de San Fernando de 2ª Clase, la máxima condecoración al valor que entonces se concedía a la Tropa.
En el parte de ese combate que remitió el mismo día el General Brualla, jefe del campamento, menciona que en el mismo episodio también murieron el Tambor Hermógenes Ríos y los Soldados Cándido Castro y José García, del Regimiento Príncipe, quienes serían escuchas que se replegaban o integrantes de la patrulla del Cabo Noval.
Luis Noval Ferrao había nacido en Oviedo el 16 de noviembre de 1887; sus padres eran Ramón y Perfecta; ejercía el oficio de ebanista. Al entrar en filas medía 1,64 de estatura; era Cabo de la 4ª Compañía del 1º Batallón del Regimiento de Infantería Príncipe nº 3 y había desembarcado en Melilla con otras tropas de refuerzo el 14 de septiembre anterior, integrándose en la División Sotomayor.


EL ATAQUE.

A las dos y media, estando la luna oculta por las nubes, un numeroso grupo de rebeldes rifeños -evaluado en unos 1.500 individuos, de los que unos 500 serían beniurriagueles, los más belicosos- logró aproximarse a la posición avanzada de Zoco el Had de Beni Sicar (nombre que podría traducirse como "lugar del mercado de los domingos" de la cabila de Beni Sicar) y atacó por dos direcciones diferentes, el noroeste y el sur.
Una vez iniciado el ataque, los puestos avanzados de escuchas lograron retirarse a la posición fortificada pero la patrulla del Cabo Noval, ya cerca de las alambradas, se vio atrapada por un numeroso grupo de moros que, queriendo asaltar la posición, habían logrado que los del parapeto dejaran de disparar engañándoles al decirles que eran amigos, como era el caso de otros moros que apoyaban la acción española.
Pero ante el peligro del asalto inmediato, el cabo Noval, siendo plenamente consciente de las consecuencias de provocar el fuego de los defensores -ya que conocía que la única defensa de éstos era disparar cuanto más mejor y sin posibilidades de apuntar por la oscuridad-, gritó la frase que le llevó al mundo de los héroes. Y efectivamente, el fuego concentrado de los defensores evitó que tuviera éxito la añagaza.
Los ataques siguieron toda la noche, intentando los rebeldes asaltos al reducto y los lados oeste y norte de la posición, alguno de los cuales consiguió llegar hasta las alambradas.
El día siguiente, los rebeldes, quebrantados por el fuego de fusilería y de cañón de los defensores, se retiró a una cierta distancia pero siguió haciendo fuego sobre la posición hasta más de las 7 de la tarde, en que se retiró.
Las bajas españolas fueron 1 comandante y 9 de tropa muertos; 1 capitán y 15 de tropa heridos y 1 teniente y 1 soldado contusos.


LA CONDECORACIÓN DEL CABO NOVAL


Cruz de San Fernando de 2ª Clase:


El Cabo Luis Noval fue condecorado a título póstumo con la máxima condecoración al valor en campaña, que en 1909 era la Cruz de San Fernando de 2ª Clase para la Tropa.


Sus insignias, caso único, eran dos: una cruz y una placa que, por ser para la Tropa, eran de plata y de ese modo se diferenciaban de las de los Oficiales que eran esmaltadas.


La Cruz de 2ª Clase para la Tropa era la más alta categoría y se diferenciaba de las de 1ª Clase -que premiaba méritos no tan elevados- por las coronas de laurel que éstas no tenían. Por ello, y no sin razón, se conoce a estas cruces como "laureadas", aunque con una cierta frecuencia se las equipara impropiamente con las "laureadas" de la reglamentación de 1920, mucho más exigentes, cuyas dos únicas clases, Cruz y Gran Cruz, tienen la corona de laurel.



Placa de la Cruz de San Fernando de 2ª Clase


EL FUSIL DEL CABO NOVAL


La gran repercusión militar y popular del heroísmo del Cabo Noval llevó a querer preservar el fusil y la bayoneta con los que se defendió hasta el final, pasando al Museo del Ejército (Números de Catálogo 24.778 y 25.175) para conservación de su memoria y presentación como ejemplo de comportamiento heroico a las nuevas generaciones de Cabos y Soldados:


- Fusil Máuser mod. 1.893.- Número A 2391


- Cuchillo-bayoneta mod. 1893


El fusil tiene en la culata una dedicatoria compuesta por un listón de oro con la expresión:

"El Regimiento del Príncipe nº 3 al Cabo Noval"


En su centro van la Cruz de San Fernando de 2ª Clase que le fue concedida y el escudo del Regimiento. Debajo hay una placa de plata y oro que en bajorrelieve representa a la Historia, figurada por una matrona sentada en el león simbólico de España, que sostiene una tabla para escribir en ella el heroísmo del Cabo Noval. Tiene la siguiente inscripción:


"Murió heroicamente por su Patria y por su Rey en la defensa del Zoco-el-Had de Benisicar el 28 de septiembre de 1909"


Por debajo de la placa va la bandera del regimiento en oro.


TESTIMONIOS DE DEFENSORES DEL PARAPETO SOBRE EL GRITO DEL CABO NOVAL




Según el Sargento Joaquín Álvarez Lorenzo: ¡Fuego aquí! ¡Que son ellos!


Según el Cabo Saturnino Camarero: ¡Fuego! ¡Que son ellos!


Según el Soldado Honorato Martín: ¡Fuego! ¡Tirad, que son ellos!


En el parte del General Brualla, jefe del campamento: "Haced fuego sobre nosotros, que son moros!"


En los muchos relatos que más adelante se hicieron de los hechos, la frase que gritó el Cabo Noval ha sido reescrita de muy diversos modos, si bien, manteniendo el espíritu de los acontecimientos conocidos desde el primer momento. Un ejemplo de ello es la siguiente versión: "¡Tirad, que vengo entre moros! ¡Fuego! ¡Viva España!".


LOS HOMENAJES AL CABO NOVAL


La heroica muerte del Cabo Noval causó un enorme impacto entre las tropas que combatían por la seguridad de Melilla, en el Ejército en general y también en la sociedad española, tal como queda de manifiesto enlos homenajes que se tributaron a su memoria.


- Inscripción en su sepultura en el cementerio de Melilla:



DISTE TU VIDA POR LA PATRIA



ESCRIBIENDO HERMOSA PÁGINA



DE GLORIA EN LA HISTORIA



DEL INVICTO EJÉRCITO ESPAÑOL



COMO BUEN HIJO Y MEJOR PATRICIO.

CABO NOVAL EN ÁFRICA


- Sus restos fueron trasladados, poco después, al cementerio de San Salvador de Oviedo, en cuya Catedral se celebraron funerales por su eterno descanso el 19 de abril de 1910


- En el edificio levantado actualmente en la Calle Santa Susana, 10, de Oviedo, donde estuvo su casa, se conserva la placa conmemorativa cuya dedicatoria dice:


EN ESTA CASA NACIO EL DÍA 15 DE NOVIEMBRE DE 1887


LUIS NOVAL FERRAO



CABO DEL REGIMIENTO DEL PRÍNCIPE



OFRECIÓ SU VIDA EN ARAS DE LA PATRIA Y MURIÓ GLORIOSAMENTE



EN EL ZOCO-EL-HAD (MELILLA) EL 28 DE SEPTIEMBRE 1909

EL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE OVIEDO

DEDICA ESTE RECUERDO A SU HEROICO HIJO




- Francisco Aznar esculpió una placa en su memoria, con la frase:



SOLDADOS, APRENDED A MORIR POR LA PATRIA



Monumento al Cabo Noval en la Plaza de Oriente de Madrid- En Madrid, bajo la presidencia del rey Alfonso XIII, acompañado por la Familia Real, se inauguró un gran monumento el 8 de junio de 1912 esculpido por Mariano Benlliure; había sido costeado por suscripción popular. Con 6,5 metros de alto, y situado en la Plaza de Oriente, es uno de los más bellos monumentos militares pues está representada la Patria que ondea la bandera de España por detrás de la escultura de Noval, que marcha fusil al hombro. Dice la dedicatoria:


A LA GLORIA DEL SOLDADO [sic] LUIS NOVAL.PATRIA, NO OLVIDES NUNCA A LOS QUE POR TI MUEREN


Su maqueta, elaborada por el mismo autor, está en el Museo del Ejército (Número de Catálogo 24.236).


- En Oviedo se le dedicó la Calle Cabo Noval.


- José Ordóñez Valdés pintó, dentro de su gran serie, un bello diploma conmemorativo de la hazaña del cabo Noval. Museo del Ejército (Número de Catálogo 24.414).



- En 1945 se inauguró un busto en su memoria en el cuartel de su Regimiento. Otro está en la residencia de Tropa de Melilla.


- En el 70º aniversario de su nacimiento, 1957, siguió mereciendo la atención de la prensa local.


- En el cincuentenario, el 28 de septiembre de 1959, se llevó a cabo un homenaje ante el monumento de la plaza de Oriente por los Cabos de la guarnición de Madrid.


EL CAMPAMENTO DE ZOCO EL HAD DE BENI SICAR.


La posición del Zoco el Had de Beni Sicar había sido ocupada muy pocos días antes, el 22 de septiembre de 1909; estaba situada en una zona elevada entre el Río de Oro y el arroyo de Frajana, a unos 7,5 kilómetros, hacia el oeste de Melilla aproximadamente; tenía una posición principal, una posición avanzada y un reducto, guarnecido todo por las siguientes fuerzas:


- Cuartel General de la 2ª Brigada de la 2ª División



- Regimiento de Infantería del Príncipe nº 3



- 1 Sección de ametralladoras



- 1 Batería de artillería del 10º Regimiento montado



- 1 Grupo de Ingenieros


En la fecha de la hazaña de Noval las posiciones no habían alcanzado el nivel adecuado de fortificación. Las defensas se construían a base de muros de piedras del lugar y sacos terreros, que todavía no cerraban el perímetro, pero todo su contorno sí estaba protegido por alambradas. Por ello, por la noche, a fin de aumentar la seguridad de la posición, se adelantaban puestos de centinelas dobles, a modo de escuchas, y patrullas recorrían los intervalos entre ellos. La del Cabo Noval tenía encomendado el flanco derecho del campamento.


POSICIONES ESPAÑOLAS EN LA CABILA DE BENI SICAR


Dadas las violencias de bandas de rebeldes a la autoridad el Sultán de Marruecos en contra de los marroquíes interesados en mantener buenas relaciones con España y en contra de los mismos españoles, se entendió como necesario controlar del territorio cercano a Melilla al amparo de lo acordado en el Tratado internacional de Algeciras, a fin de que la rebelión no se apoderara de sus habitantes.


Por ello se emprendieron acciones tendentes a garantizar la paz y seguridad de Melilla mediante el establecimiento de diversas posiciones, que en la cabila de Beni Sicar, además de la de Zoco el Had, fueron: Hayara Muna, la loma intermedia entre ésta y la posición de Zoco el Had, Mariguari, Dar el Hach Bisán, la posición intermedia entre esta última y el Fuerte de Rostrogordo (al norte del territorio melillense) y otras más en la zona de Taurirt.



Hoy en día el regimiento El Principe nº 3 , también llamado "El Osado", sigue en activo.


En diciembre del 2010, en el acuartelamiento Cabo Noval, en Siero, Asturias, se depedía a la fuerza que marcharía a Afganistan.

Himno del Regimiento:


Orgullosa está la Infantería
porque honra en su escudo el laurel
y de gozo vibra el alma mía
pues es mío ese escudo también


Soy soldado que anhela victorias,
descendiente del Cabo Noval;
quiero dar a mi Patria más gloria
jalonando con lauros la Historia
de mi Madre, la España Inmortal


Regimiento Príncipe,
las rosas rojas de tu primavera
trenzadas están en verde laurel.
Por España y su Bandera

Gozosos la vida dieran
los Soldados del Príncipe


¡Por la Patria y su Bandera!
¡Regimiento Príncipe!


Al combate voy con alegría
es mi lema luchar con valor
y en los hechos de aquel Lombardía
se forjaron mi temple y honor.
Si en la lucha la muerte viniera
mi deseo, sería al morir,
que el sudario que el cuerpo cubriera
La Bandera rojo y gualda fuera
pues morir por la Patria es vivir.


Regimiento Príncipe,
las rosas rojas de tu primavera
trenzadas están en verde laurel.
Por España y su Bandera
Gozosos la vida dieran
los Soldados del Príncipe


¡Por la Patria y su Bandera!
¡Regimiento Príncipe!



viernes, 4 de marzo de 2011

Y la Cervisia Ambar estuvo en el campamento de recreación.




Pues eso, La Zaragozana, con su Cervisia Ambar, compartió con nosotros el campamento de recreación en estas Bodas de Isabel de Segura, fue un auténtico placer compartir con todos los que por allí se acercaron, tan magnífico encuentro y una buena cervisia.


Ricohombre.


Un apuesto Ricohombre del siglo XIII.
Foto cortesía de Héctor Polite.
Con la torre mudejar al fondo es una imágen magnífica.


martes, 1 de marzo de 2011

Puntas blunt, riesgos innecesarios, no gracias.

RIESGO:

Posibilidad de que ocurra un evento indeseado. En toda actividad existe riesgo, el mismo es aleatorio, puede o no, manifestarse como accidente. La alternativa será siempre estar preparados.


SEGURIDAD:

Estado aceptable de riesgo. La seguridad absoluta no es alcanzable, el riesgo cero no existe.El aspecto central de un sistema de seguridad es minimizar los riesgos, en especial aquellos que conlleven a accidentes graves.

Dicho ésto, de una manera académica y reglada, comentar:
En toda actividad humana, sea cual sea ésta existe siempre un riesgo inherente, una posibilidad, mayor o menor del riesgo de accidente. Conforme la actividad es más peligrosa o se acomete con mayor o menor precaución, ese riesgo se va elevando, a veces, de manera exponencial.

Nuestra afición, tiene una serie de riesgos, incrementándose estos en las denominadas "algaradas" o "batallas". Esos riesgos vienen dados por una serie de elementos y circunstancias que se dan en momentos y lugares concretos, como pueden ser aglomeración de gente, manejo de elementos peligrosos (espadas, escudos...), calzado inadecuado (muchas veces resbala), etc.

Si a todo esto le añadimos el lanzamiento de proyectiles, entonces "la ensalada" ya es completa.

Y en el lanzamiento de estos proyectiles, en concreto de flechas, es donde tenemos uno de los factores de incremento o no de los riesgos.
Dependiendo de la morfología y el tipo del proyectil que se lanza, estaremos controlado el riesgo o incrementándolo.
Normalmente, en los encuestros organizados por Fidelis, siempre se usan flechas de "impacto", es decir, con un ancho y un amortiguador, bien de corcho y/o combinación de otros elementos "suaves", cerrado con cinta aislante negra, que minimice el daño en un posible impacto.
Este año, sin ir más lejos, en Teruel, en la batalla de la Escalinata, lanzamos esas flechas de "impacto", no permitiendo que se tirara con flecha con punta tipo blunt, por que las consideramos peligrosas.
Estas flechas "blunt", dan una falsa sensación de seguridad, parece que como no tienen punta metálica no tienen peligro. Pero no es así, todas tienen peligro, incluidas las que hemos dicho de "impacto", depende de la fuerza con que lleguen, cómo se haya realizado el tiro y el lugar de impacto. Pero desde luego el peligro potencial de una blunt es objetivamente mucho mayor.
Os traigo por aquí un artículo de una web de arquería, hablando sobre este tipo de puntas:

"Una de las intenciones de este artículo es señalar que nunca se debe tirar flechas armadas con estas puntas a un animal de caza mayor. Es muy probable que un animal de más de 40 kilos de peso no muera inmediatamente despues de un impacto con este proyectil, sin embargo la lesión que provoca puede producir severos daños en órganos internos que seguramente matarán al animal despues de un largo período con un sufrimiento prolongado innecesario.

La flecha con punta Blunt mata al proporcionar un gran golpe a la presa, transmitiendo toda la energía cinética de la flecha en este golpe, en los arcos muy rápidos la flecha no se frena con el contacto sino que penetra y probablemente atraviesa provocando un efecto de cavitación, es decir produce una lesión de todos los tejidos adyacentes con un perímetro superior a 12 veces el diámetro de la punta. Este efecto se ve en los proyectiles de armas de fuego que pueden llegar a 8 veces el diámetro de la bala en los calibres mayores.

Para mostrar el real efecto de las puntas del tipo Blunt, se ha realizado la siguiente experiencia utilizando como blanco una Sandía de tres y medio kilos de peso a la cual se le soltó una flecha de aluminio calibre 2317 con un peso de 554 Grains, con emplumado Flu-flú tirada con un arco X-Force con 60 libras y a 18 metros de distancia. "


La flecha traspasa la sandía, destrozando el interior. Con una flecha de "impacto", no se hubiera atravesado la sandía.












Se puede ver el artículo completo en el siguiente enlace:

http://arcoschile.viared.cl/6caza_blunt/6caza_blunt.htm

En esta foto, un par de conejos abatidos con esas flechas, se puede ver el lugar de impacto de la blunt.

Es responsabilidad del organizador de "la batalla", minimizar los riesgos y anteponer la seguridad a cualquier otra cuestión.

Creo que después de las fotos, el vídeo y el artículo, no debería haber ninguna duda de que estas puntas deberían descartarse en los eventos de recreación, donde haya lanzamiento de flechas contra los participantes.