sábado, 31 de enero de 2009

CRÍTICAS CONSTRUCTIVAS.

¿Qué podemos entender como crítica constructiva?

"La crítica constructiva se fundamenta en el propósito de lograr un cambio favorable que beneficie a todas y cada una de las personas involucradas en circunstancias o ambientes determinados, con actitud de respeto y sentido de colaboración.
Cualquier crítica debe formularse responsablemente a través de la reflexión, considerando las implicaciones que podría tener; el respeto que debemos a las personas se manifiesta protegiendo su buen nombre y reputación, además de procurar su mejora individual. De esta manera actuamos en justicia y todo nuestro actuar se convierte en actitud de servicio e interés para los demas."
Está claro, que los elementos que debe tener una crítica constuctiva es la de mejorar y beneficiar el elemento o persona criticada, siempre desde el respeto y la colaboración.
Por desgracia, en muchas ocasiones nos encontramos críticas y comentarios, y más en los diferentes foro del mundo de la recreación, en que todo parecido con la realidad es mera coincidencia.
Lo que se da muchas veces es una falta de respecto terrible, insultante. Una prepotencia y engreimiento imponderable. Un desconocimiento del fondo y de la forma. Campañas de desprestigios a personas y/o grupos para defender intereses bastardos. Críticas de eventos o vestuario, o situaciones con muy mala leche y sin ningún afán constructivo, ni de mejora, que únicamente buscan la difamación y el menosprecio de lo que hacen los demás.
Es un terrible estigma que arrastra esta afición, ya no se si es por nuestra forma cainita de actuar que tenemos lo españoles o por los diferentes egos e intereses que pululan por la red y por los diferentes "circuitos" medievalistas.
Una lástima.
Quizás sea este un problema indisoluble, a mi me gustaría pensar que no.
Tampoco puede ser esto los mundos de Yupi y todos vivir un buenismo y camaradería absurdos, pero sí que se hable con respeto, que se guarden las formas, que un ego no pisotee a otro, que se intente hacer alto constructivo.
También hay que evitar a los tontos útiles que por dejarse llevar por esa irreal camaradería, se hacen compañeros de cama de impresentables e insufribles.
Para reflexionar un poco sobre este tema dejo a continuación algunas perlas de "El arte de la prudencia" de B. Gracián.
EL FONDO Y LA FORMA:
No basta la sustancia, también se necesita la circunstancia. Los malos modos todo lo corrompen, hasta la justicia y la razón. Los buenos todo lo remedian: doran el no, endulzan la verdad y hermosean la misma vejez.
En las cosas tiene gran parte el como. Las maneras simpáticas son el tahúr de los gustos. Lo más estimado en la vida es un comportamiento cortés. Hablar y portarse de buen modo resuelve cualquier situación difícil.
LA MITAD DEL MUNDO SE ESTÁ RIENDO DE LA OTRA MITAD, Y AMBAS SON NECIAS.
Según las opiniones, o todo es bueno o todo es malo. Lo que uno sigue el otro lo persigue. Es un necio insufrible el que quiere regularlo todo según su criterio. Las perfecciones no dependen de una sola opinión: los gustos son antos como los rostros, e igualmente variados. No hay defecto sin afecto.
No se debe desconfiar porque no agraden las cosas a algunos, pues no faltarán otros que las aprecien. Ni enorgullezcan el aplauso de éstos, pues otros lo condenarán.
NO SER UN REGISTRO DE FALTAS AJENAS.
Ocuparse de las faltas ajenas es señal de tener maltrecha la fama propia. Algunos querrían disimular, si no lavar, las manchas propias con las de otros; o se consuelan, que es el consuelo de los necios. A éstos les huele mal la boca, porque son los albañales de las ruines inmundicias. En estos asuntos el que más escarba más se enloda. Pocos se escapan de un defecto personal, hereditario o no. No se conocen las faltas de los poco conocidos. El prudente debe huir de ser un regisro de faltas ajenas. Así no será una aborrecida lista negra, viva, pero inhumana.
HABLAR CON PRUDENCIA:
Con los competidores por cautela; con los demás por decencia. Siempre hay tiempo para soltar las palabras, pero no para retirarlas.
Hay que hablar como en los testamentos; cuantas menos palabras, menos pleitos. Uno dee practicar en lo que no importa para cuando sí importe. El secreto parece algo divino. El que habla con facilidad está cerca de ser vencido y convencido.

3 comentarios:

Axil dijo...

Lo cierto es que las broncas en este mundillo acaban por dar hasta vergüenza ajena.

Luego vas a los eventos, y todo el mundo que conoces es encantador, pero les pones detrás de un teclado, y alguno se transforma en Mr. Hide.

Y lo más divertido es que, con ese buen rollito de trasfondo, luego la gente se equipa, agarra una espada, y se lía a golpes con el prójimo con el que ha estado intercambiando lindezas en los foros.

El día que haya un accidente vamos a tener hasta denuncias entre los diferentes grupos.

JESUS FIDELIS dijo...

En lo último tienes toda la razón, por eso tanta insistencia por parte de los organizadores de la seguridad, no solo en la equipación, sino en el sentido común y la actitud.
Hay que evitar como sea que llegue ese día, por eso si hay que prohibir la entrada a alguien, por muy desgradable que sea la situación habrá que hacerlo, para evitar males mayores.

Herodoto dijo...

No sólo ocurre esto en el mundo de la recreación, aunque sea el que más nos atañe en este momento. Yo he encontrado a polemizadores intratables en todo tipo de foros, gentes que se creen en posesión de la verdad y cuyos sólidos y profundos conocimientos -que no se puede negar que los tengan- quedan totalmente eclipsados por la forma petulante y prepotente no ya de exponerlos sino de avasallar con ellos. Gentes que jamás en toda su vida han comenzado a mostrar su sabiduría con un humilde "en mi opinión..." ni jamás han pedido perdón a nadie por si hubieran podido ofenderle después de haberle desacreditado y ridiculizado de una manera sangrante y feroz, llegando incluso al insulto personal. No dan opiniones sino certezas, Verdades Absolutas.

Gente así sobra. Por mí pueden irse a Eu, a Hastings o a Azincourt, invitados por sus organizadores... y quedarse allí ya para siempre.