viernes, 10 de abril de 2009

El Salón Dorado


Novela, la primera de Jose Luis Corral Lafuente, nacido en Daroca y catedrático de historia medieval en la universidad de Zaragoza.
La escribió hace ya un tiempo y el propio autor dice que es algo "mágica", pues personajes y lugares que describe en ella, que sólo estaban en su imaginación, posteriormente se los encontró en la realidad.
Ejemplo de esto es una casa que se descubrió en el arrabal musulman de Zaragoz, sito debajo del Paseo Independencia y en el que se encontró una casa indéntica a la descrita en el libro como la casa de Juan el Romano, protagonista de la novela, años antes a las excavaciones.
Esta novela la leí gracias a la iniciativa del club de lectura de Calatayud y a mi amigo Paco.
Se propuso esta novela en el club de lectura y se fueron reuniendo periódicamente para comentarla, hasta el dia en que el propio autor acudió a la biblioteca para comentar con sus lectores su novela.
Fue una experiencia muy agradable de la que daré contada cuenta y fotografías en una entrada posterior.
La novela relata las visicitudes de un niño eslavo, Juan, que se ve arrancado de los brazos de sus padres para recorrer como esclavo Bizancio, Roma, Barcelona, Zaragoza y Fez.
Magnífica visión de la Zaragoza musulmana y de su fin.
Una novela muy recomendable, que leí, como comentaba gracias a Paco, familia y amigos y a la magnífica iniciativa como es ese club de lectura.

2 comentarios:

Herodoto dijo...

Efectivamente, Jesús, es una obra maestra, para mí la mejor, con mucho, de todas las publicadas por José Luis Corral. Este autor fue quien me introdujo en el apasionante mundo de la literatura histórica medieval. Y eso que sin dejar de ser un buen novelista, se nota demasiado su formación académica y tiene novelas ("El Cid", por ejemplo, o "Numancia") que son más tratados de Historia que novelas históricas.

Lo dicho: una maravilla, muy recomendable.

JESUS FIDELIS dijo...

Numancia a mi me pareció una obra maestra y su personaje, Aracos, extraordinario.
A Corral se le acusa de tener siempre unos personajes muy planos,de no profundizar en ellos.
Les da la dimensión del historiador, no del literato.
En cierto modo él explica esto, por formación en primer lugar y porque entiende que se el personaje se introdujera demasiado en la trama, podría desvirtuar la misma, influyendo demasiado en el desarrollo de la historia.
Bueno es una explicación.
La verdad es que hubieras disfrutado.