El día 20 incluso se prepararon unas brasas para saciar el apetito. Y así entre flechas, risas y buenas viandas se paso la mañana.
En ambos casos, el tiempo estupendo, con un sol radiante, a pesar que los días anteriores y posteriores llovió. Esto supongo que será para compensar lo de este año, o quizás es que sólo nos juntamos dos fidelis...eso será.
Alguno pasó del aprendizaje, al magisterio en corto plazo de tiempo. Lo que agradecieron los jóvenes pupilos.
Esta foto de arriba y la de abajo, serán parte de la nueva ampliación del recorrido, más diversión y movimiento, ya sabéis que el que mueve las piernas, mueve el corazón.
¡Vaya se coló un tirolés!... Diréis lo que queráis, pero el gorro austriaco va de maravilla para quitar el frío y ya sabéis "ande yo caliente...".
Esto es lo que se conoce como un BLANCO PERFECTO. La foto da fe. ¿ejem... reconocéis la flecha?
Al alimón.Bueno, pues eso, que un par de jornadas perfectas, la fotos apenas reflejan un 20 % de las buenas sensaciones y la satisfacción de la mañana.
Ya hay ganas de otra más.
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