Una rana que siempre había vivido en un pozo se sorprendió un día al ver allí a otra rana.
—¿De donde has venido?—Le preguntó.
—Del mar. Allí es donde vivo.—Respondió la otra.
—¿Y cómo es el mar?¿Es tan grande como mi pozo?
La rana del mar soltó una carcajada y dijo:—No hay comparación.
La rana del pozo fingía estar interesada en lo que su visitante tenía que decir acerca del mar, pero en su interior pensaba: —¡De todas las ranas embusteras que he conocido en mi vida, ésta es, sin duda, la mayor de todas...y la más cínica!
Anthony de Mello.
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