Hace unos días Enrique Dans, en su blog hablaba de este libro y de que está en plena vigencia (se escribió en el 2000).
Bueno, a pesar de que yo soy un lector entusiasta de libros de "empresa", éste no lo tenía, lo he solucionado, me lo he comprado.
Ya lo tengo en mis manos y promete, para empezar una pequeña perla.
"Cuando me pidieron que hiciera este discurso, me pregunté qué tenía que decir a unos muchachos como ustedes, que están acabando sus estudios. Y pienso que tengo una cosa que decir. Si desean ser útiles, nunca sigan un rumbo que les silencie. Rehúsen aceptar cualquier cosa que implique su confabulación, ya sea una secretaría, honorarios de abogado o un puesto en la universidad. Conserven el poder de la palabra, incluso si ello exige perder todos los demás poderes. Si logran seguir este rumbo, y en la medida en que lo tomen, harán grande este país. En cambio, en la medida en que se alejen de él, no avanzarán ustedes, ni harán avanzar al país.
He visto durante diez años chicos jóvenes que se lanzan al mundo con sus mensajes, y cuando descubren lo sordo que es el mundo, piensan que deben ahorrarse esfuerzos y esperar. Creen que dentro de un tiempo habrán sido capaces de convertirse en una pequeña eminencia y que entonces se harán oir: <>, razona uno de ellos, <>. Pero llega el año siguiente y con él un insólito descubrimiento. El hombre ha perdido su perspectiva. Su ambición se ha evaporado; no tiene nada que decir.
Les doy esta única norma de conducta. Hagan lo que hagan, expresen siempre su opinión. Permitan que les rechacen, que les odien, que les ridiculicen, asústense, duden, pero no permitan que les amordacen. Siempre se está a prueba. El momento que esperábamos es ahora.
JOHN JAY CHAPMAN
Discurso de graduación al curso de graduados Hobart College, 1900. "
No hay comentarios:
Publicar un comentario