jueves, 5 de julio de 2012

Ricardo, corazón, que me estás matando...


Eso, Ricardo, corazón... no Ricardo Corazón.
Los guerreros tienen momentos rudos y bizarros, pero no por ello están desprovistos de delicadeza y ternura.
De eso habla esta instantánea, robada en el castillo de Argüeso. Estos fieros guerreros, no son sólo hierro y sudor, también tienen su corazoncito.
Podría ser perfectamente un fotograma de la nueva película "Brokeback Mountain Medieval".
Jajaja, fuera de bromas, después de pasarnos un buen rato sacudiéndonos, y cuando no podíamos levantar los brazos del cansancio, paramos para tomarnos una cerveza. Alberto Carnicero llevaba un ventail y le impedía tomarse una cerveza, así que como buen compañero de armas le ayudé a retirarlo, y supongo que en uno de esos momentos, es cuando surgió esta instantánea, donde parecemos dos prímulas, jajaja, gran momento sin duda. Muy divertido.

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