El 1 de octubre de 1.177 (aunque algunos autores lo datan en 1.176) el rey Alfonso II concedió sus nuevos foros a los turolenses y les reconoció la propiedad de todas las aldeas de la comunidad, esa concesión se ha conservado en el Texto del Fuero de Teruel y dice, traducida, lo siguiente:
Puesto que la memoria es resbaladiza y no es suficiente para la multitud de cosas, se hace necesario dejar constancia material, a fin de que se restaure íntegramente por la protección del escrito lo que se ha escapado del albergue del pecho por el paso del tiempo. Por esto sea conocido por todos, los presentes y los venideros, que nos, Alfonso, por la gracia de Dios Rey de Aragón, Conde de Barcelona, Marqués de Provenza, franca y voluntariamente hago y pueblo una villa en el lugar que se llama Teruel [...]. Y para que los habitantes pobladores que lleguen, habiten allí más segura y gustosamente, y otros deseen venir, les concedo y hago esta carta de polación, costumbre y franqueza y que hará valido a perpetuidad fielmente lo que allí está escrito[...]
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