CONVERSACIONES...

A la mayoría de las personas nos gusta una buena conversación.

La gente que es buena conversadora es apreciada es reuniones sociales, en comidas, ...en cualquier parte

Pero si esa buena conversación además es con tu hijo de cuatro años, entonces creo que se roza el más sublime de los placeres.

Hablar con un niño siempre es enriquecedor, nos dan visiones de las cosas desde una perspectiva que nunca se nos había ocurrido a nosotros, son divertidas y enriquecedoras.

Algunas de estas conversaciones:

─¿Papá, por qué si te tomas dos botellas de wisky te vuelves loco?

Yo a cuadros, de donde habra sacado este lo de beber wisky y sobre todo lo de volverse loco...

─ No hijo, si te bebes dos botellas de wysky no te vuelves loco, te pones borracho.

─¡Ah claro! Como el señor capitán.─ Aquí hace mención a una habanera que les enseño su abuelo, de un barco velero que se hundió, porque el capitán se emborrachó. Merece la pena verlos a los dos entonándola a todo pulmón.

...

Un día a la vuelta del colegio miró a mi mujer y muy seriamente le preguntó:

─¿Que hay que hacer para tenerlo todo?

Claro, sorpresa total ante esta pregunta...

─Pues no sé, ¿que sería para tí tenerlo todo?

─Casarme con Cristina, y así yo prepararía la cena, mientras ella baña a los bebes.

Al final, eso de que la felicidad está en las pequeñas cosas, va a ser verdad.

...

Otro día, en casa, abrazó a su mamá y le dio un tremendo beso de tornillo.

─¿Pero chico, a quién le das tú esos besos?

─A las de mi clase...

─¡Qué dices! ¿Y ellas que hacen?

─Se divierten.

Jajajaja...obvio.