ETERNA PROMESA.
Una ciudad de amables moradores
de montes rodenos y verdes pinos
donde unos jóvenes duermen mohínos,
con ajuar de piedra por sus errores.
Eterna promesa de unos amores.
Tejidos en la rueca, sus destinos,
pero tan terrible fueron sus sinos,
que tras siglos nos llegan sus rumores.
Amantes, queridos y recordados,
desdichas y romances que se evocan,
cuando la muerte ganó la partida.
En su postrero tálamo enterrados,
manos que se buscan y no se tocan,
condena, por la promesa incumplida.
Enviada el día 13 de abril.
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